Tal como
nos plantea la psicóloga Ximena Santa Cruz Bolívar, “La violencia
conyugal como lo dice su nombre, se refiere al maltrato que ocurre entre los
integrantes de la pareja. Aunque por definición la violencia conyugal implica
que los que viven el problema de violencia, son los integrantes de la pareja,
este tipo de maltrato afecta a toda la familia”[1]. Desde
este punto debemos decir que la violencia que existe en la pareja, conlleva una
problemática difícil de tratar, debido a que no solo involucra al hombre y a
una mujer, sino que afecta directamente a su familia y entorno más cercano. Es
debido a esta razón que para el Trabajo Social es una de las problemáticas más
difíciles de tratar, ya que la complejidad de los casos muchas veces hace que
el patrón de violencia se repita en el tiempo y por ejemplo podemos nombrar el
caso de una pareja que se encuentra separada, luego de un par de meses vuelven
a vivir juntos y en ese momento los episodios de violencia vuelven a comenzar.
Es por ello que la intervención debe realzarse con prontitud y más de una vez
si es necesario, aunque ello signifique volver a analizar el caso por el tiempo
transcurrido desde el regreso del usuario con él o la Trabajadora Social.
Para el
Trabajo Social es fundamental entonces poder realizar intervenciones en el
ámbito de la violencia conyugal, ya que además de ser una problemática muy
común en nuestra sociedad, ello significa directamente una vulneración contra
los derechos de los usuarios, los que incluso a veces por miedo, por factores
culturales o por factores psicológicos no buscan ayuda frente a estas
situaciones y cuando lo hacen es necesario actuar lo mas rápido posible y
realizar nuestro trabajo como profesionales. La finalidad ultima de la
intervención, entonces es terminar con las conductas violentas en la pareja y
que la persona que denuncia estos abusos, se de cuenta de que estos problemas
atentan contra su integridad física, psicológica y con el bienestar y el vivir
bien de sus familias.
Entre los objetivos
que se buscan lograr con la realizacion de las intervenciones del Trabajo
Social, tenemos que la pareja se de cuenta de la situacion de violencia que se
encuentran viviendo y las consecuencias mas inmediatas de lo que ello significa
en sus vidas y que la pareja logre retomar la armonia de su relacion y que si
ello no se logra, que ellos puedan adoptar una decision que este orientada a su
bienestar físico y psicológico. Para ello El Trabajador Social debe
tener la actitud profesional correspondiente, no debe juzgar al usuário, no
debe dejarse llevar por prejuicios ni establecer conclusiones, sin antes haber
confirmado con el usuario la información obtenida. Debe escuchar atentamente
los requerimientos del usuario y desde alli enfocar de que manera se realizara
la intervención, de modo que ello no signifique imponer a los usuarios un plan
de trabajo, sino que se pueda ir coordinando en conjunto, desde lo que la
metodologia y la practica sugieren que se podria hacer frente al caso
determinado de violencia conyugal; tenemos que tener en consideración que no
todos los casos de violencia son iguales, talves similares pero con contextos
diversos, y por ello el Trabajador Social debe analizar y evaluar el caso
de la mejor manera posible, siempre orientando su actuar profesional hacia el
lograr el bienestar del sujeto de atención.
Después
de haber realizado lectura de algunos textos relacionados con violencia y de
haber recibido orientaciones con respecto al Trabajo Profesional en casos de
violencia conyugal desde Fabiola Figueroa, Trabajadora Social del COSAM Colina,
podemos establecer tres momentos durante la intervención de los casos de
violencia conyugal. Estos momentos son:
Primer
momento de la intervención: Este se encuentra orientado netamente a la
intervención en crisis, ya que por lo general el sujeto de atención ha sido
victima recientemente de episodios de violencia, ya que es en estos episodios o
momentos de crisis en los cuales las personas buscan ayuda, sin tener mayor
definición de lo que estan buscando. Es por ello que el Trabajador Social debe
escuchar atentamente la situacion que relate el sujeto de atención, acogerlo de
la mejor manera y desde allí planear los objetivos a seguir posteriormente.
Segundo
momento de la intervención: Este momento esta orientado en la realización de la
intervención propiamente tal, es en este instante en el cual el profesional al
ya haber realizado una lectura adecuada de la realidad, debe ser capaz de
generar redes si el sujeto no las tiene o las que sean necesarias para la
atención del caso, derivar el caso a otro profesional o a otra institución si
es necesario, debe realizar todas las acciones posibles para que el usuario sea
incorporado a tratamientos con psicólogos por ejemplo o con el equipo de
profesionales adecuados, según sea el caso. Y debe orientar y dar las
herramientas socio-jurídicas adecuadas a la persona victima de violencia
conyugal, ya que existe un marco jurídico que regula estas relaciones de
violencia en nuestro país
Tercer
momento de la intervención: Al igual que los otros momentos de la intervención,
este tiene una gran importancia para el o la victima de violencia conyugal,
debido a que es en este momento donde se hace el cierre de los casos. Es aquí
donde el profesional debe dejar las puertas abiertas a las personas, por si
llegara a existir un segundo episodio de violencia en el caso en que la pareja
siga junta, ya que no tenemos que olvidar que a veces se dan periodos en la relación
en los cuales no se dan episodios de violencia y después de largo tiempo se
vuelven a detonar por determinadas situaciones. Es por ello que el sujeto de
atención debe tener conciencia de que si necesita nuevamente ayuda, puede
volver a solicitarla sin miedo a ser juzgado o a experimentar algún tipo de
rechazo por parte del profesional del Trabajo Social.
Para
concluir este análisis debemos decir que en este tercer momento, también se
encuentra el seguimiento de los casos de violencia conyugal, ya que como
mencionábamos anteriormente debido a los ciclos de VIF, los casos no se pueden
cerrar en largos periodos de tiempo, existiendo por lo menos un seguimiento y
evaluación durante algunos periodos del semestre y del año en general.
Bibliografía.
Disponible
de World Wide Web:
[revisado
02-11-10]
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